No es una kicks, obvio, pero me encanta el rollo de las cámaras lomográficas. Colette, que siempre se ha caracterizado por tener esas "cámaras raras" con muchos objetivos, virados de color y demás, ha incorporado una nueva cámara a su catálogo. Esta vez a lo grande, con su propia versión de una de las cámaras lomográficas más conocidas y apreciadas por todos os amantes de esta forma de fotografía, la Diana F+. El diseño de toda la cámara es el mismo pero cambian los colores, sustituyendo su verde agua original por los dots de Colette y su nombre e el objetivo, como ocurre con otas marcas y colectivos que consiguensu propia Diana.
Recomendación: Pillaros el respaldo de 35mm para no tener tantos quebraderos de cabeza a la hora de revelar la película de medio formato que lleva estas cámaras.
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